
La ceremonia actual
Tras la caía de la República, Venecia siguió
teniendo una relación privilegiada con el mar: es éste
el motivo por el que se perpetúa la fiesta de la Sensa.
En nuestros días la pompa es inferior que en los siglos pasados,
se ha introducido la componente de conmemoración histórica,
pero la simbología del matrimonio místico con el mar
sigue siendo plena. |

El alcalde, junto con las autoridades civiles y religiosas, va en
barca hasta la boca del puerto de San Nicolò, donde efectúa
el ritual del lanzamiento del anillo. |
El cortejo ácueo
El recorrido desde San Marcos hasta el Lido se efectúa con
remos. Las autoridades de la ciudad son acompañadas por un
numeroso cortejo de embarcaciones deportivas, que pertenecen a las
principales sociedades remeras venecianas, verdaderas cunas de la
tradicional boga a la véneta.
Es éste el momento en que la tradición se funde con
la actualidad, aunque la boga sea, en nuestros días, una práctica
deportiva y de pasatiempo. |

Las embarcaciones hacen de ala a un cortejo histórico con bogadores
vestidos con los trajes históricos que recuerdan el pasado
esplendor de Venecia. |
Las otras celebraciones
Después del rito del lanzamiento del anillo y de una corona
de laurel como recuerdo de los caídos en el mar, el cortejo
arriba a la Iglesia de San Nicolò del Lido, donde tiene lugar
la solemne ceremonia religiosa.
En los alrededores de la iglesia se extiende un pequeño rastro
de la Sensa muy concurrido.
La regata en góndolas cierra la intensa jornada de celebraciones. |
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