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El Senado, el 4 de septiembre de 1576, deliberó que el Dux
tenía que pronunciar el voto de erigir una iglesia dedicada
al Redentor, con el finde que éste intercediera para poner
fin a la pestilencia.
Cada
año la ciudad se comprometería en rendir honor a la
basílica, el día en que se declarase publicamente
libre del contagio, como perpetuo recuerdo del beneficio obtenido. |